Santos Patronos Abdón y Senen

Breve historia de los orígenes del culto a los Santos Patronos Abdón y Senén en la Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Benimaclet

Según un escrito del Rvdo. D. Sebastián Zaragoza Zaragoza, párroco (20 de septiembre de 1963):

 

"

Datos históricos: Abdón fue noble persa que sufrió el martirio en el año 250. fue encadenado y conducido a Roma por orden de Decio, juntamente con Senén, donde por confesar la fe en Cristo ambos fueron martirizados y echados a las fieras que, lejos de devorarlos, los reverenciaron. Irritado el juez Valerio ordenó que los matasen.

 

Reseña de la devoción a los Santos de la Piedra en nuestra parroquia: Antes de la constitución canónica de esta parroquia en el año 1595, cuando esta era sólo ayuda de San Esteban, según escritos que se conservan en los archivos de la misma, ya existía esta devoción.

 

El Ayuntamiento de Valencia y la Diputación les celebraban una gran fiesta que patrocinaban y sufragaban en nombre de todos los labradores valencianos, que venía a ser como una gran romería en la que los huertanos mostraban su agradecimiento a estos grandes protectores de ellos, contra las plagas y especialmente contra el pedrisco.

 

Constituida nuestra parroquia, continuó celebrándose esta fiesta anual pero entonces ya bajo los auspicios de sus feligreses que eran muchísimos, pues hay que considerar que en aquel entonces nuestra parroquia era extensa, ya que comprendía desde la calle de Sagunto hasta la Malvarrosa, una extensísima zona de la huerta valenciana.

 

Entonces es cuando se constituyó una cofradía que organizaba el culto y fiestas y al mismo tiempo se encargaba del ejercicio de la caridad en todos los órdenes, material y espiritual. Sus miembros se desvelaban y trabajaban para que no faltase asistencia a los enfermos y organizaba solemnes comulgares Viáticos que constituían verdaderas manifestaciones religiosas con su carácter procesional.

 

Por muy apartado y lejos que estuviese el enfermo, se acudía bajo palio a administrarle los santos Sacramentos. Esto todavía lo he conocido yo y de aquí que en esta Parroquia son muy pocos los que mueren sin recibir los últimos auxilios espirituales.

 

Se guarda en esta Parroquia un manuscrito de gran interés que historia y establece todas las obligaciones y reglas referentes a los cofrades, así como los pagos que efectuaban entonces en libras de harina y otras especies. Es un documento gráfico de gran valor histórico-religioso.

 

En la actualidad y después de haber sufrido nuestra Parroquia cinco desmembraciones que la han convertido en madre y origen de las limítrofes de Vera, Carrasca, San Francisco Javier, San Isidoro, parte de los Carmelitas Descalzos y también parte de los Salesianos, ha quedado esta circunscrita o, mejor dicho, reducida a un  barrio con una pequeña parte de labradores. En esta sucesión de cosas, la devoción sufrió y sigue sufriendo un colapso (aunque ningún año se haya dejado de festejar a estos santos, religiosamente) y es ahora el que un servidor se haya impuesto la tarea de levantar esta devoción y dar culto litúrgico a nuestros Santos Patronos ya que la Santa Sede, por decreto que obra en nuestra Parroquia los ha declarado canónicamente después de haber sido solicitado como corresponde y en vista del decreto del Arzobispado que nos decía la imposibilidad de dar culto litúrgico a los patronos que no lo fueran oficialmente.

           

Ante esta alegría de haber sido reconocidos así por la Santa Sede, yo prometí celebrar una fiesta extraordinaria y darlos a conocer a todos los feligreses y sobre todo a los nuevos, es decir, a todas aquellas personas que procedentes de otros lugares habitan en esta y que desde este momento ya saben que están bajo su protección.

 

La fiesta se está celebrando con inusitado fervor, todos los días son llevados los Santos Patronos por todas las calles y rincones de la feligresía que como santos victoriosos visitan sus adornados pisos y fachadas, su recorrido es apoteósico, todas las calles son engalanadas a su paso y siendo triunfal como no se puede dar idea.

 

Creo francamente que se ha conseguido lo que pretendía, dar a conocer a nuestros Patronos para todos, no para un grupo determinado, sino para todos los que vivimos en esta barriada, sea cual fuere su origen o procedencia, su profesión. Que los forasteros se encuentre en su casa y que sepan que aquí hay una Parroquia y unos Patronos que los acogen con los brazos abiertos para que continúen sus práctica religiosas como buenos cristianos.

 

Esta barriada nuestra es de profundas tradiciones religiosas y con motivo de estas fiestas se hacen, los que de fueran vinieron a vivir con nosotros, partícipes de sus costumbres y como son un tanto por ciento muy elevado, podemos y debemos unificarlos con nosotros.

 

Hemos de dejar bien sentada la idea de que estos Patronos no lo son solamente de un grupo de labradores, sino que pertenecen a todos y cada uno de los feligreses.

"